Aval para rentar en México: qué es, requisitos y alternativas

Al buscar rentar una propiedad en México, es común que el propietario pida un aval o fiador como respaldo. Esta figura garantiza al arrendador que, en caso de impago del contrato de arrendamiento, habrá alguien más que responda por la deuda y por los compromisos adquiridos.

A continuación, explicamos qué es un aval para rentar, cuáles son sus requisitos, qué implica ser aval y qué alternativas existen para el arrendatario si no cuenta con uno – incluyendo soluciones modernas como MoradaUno, que permiten rentar de forma segura sin necesidad de un aval.

¿Qué es un aval para rentar y por qué se solicita?

Un aval para rentar es una tercera persona (física o moral) que se compromete legalmente a pagar la renta u obligaciones de un inquilino si este incumple el contrato de arrendamiento. En términos simples, el aval funge como una garantía adicional que asegura al arrendador que la renta será cubierta aún en impago.

La Condusef lo define como “una persona física o moral que asegura que una deuda será saldada”, y el Código Civil como “persona que tenga capacidad para obligarse y bienes suficientes para responder de la obligación que garantiza”.

El aval también responde por daños al bien inmueble causados por mal uso o por adeudos pendientes. Su compromiso dura todo el contrato de renta y no puede retirarse de forma unilateral.

 En caso de incumplimiento, el propietario puede exigir directamente el pago, e incluso proceder con embargos sobre sus bienes. Por eso, aunque brinda mayor seguridad al arrendador, para el inquilino es complicado encontrar un aval tradicional dispuesto a asumir ese riesgo.

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¿Cuáles son los requisitos para ser un aval en México?

Dada la responsabilidad, el propietario verifica que el aval cumpla con ciertos requisitos de capacidad de pago y legalidad:

• Ser propietario de un inmueble en México: se exige que el aval cuente con una propiedad a su nombre, libre de gravamen. Se presenta copia de escritura y recibo predial. En ciudades como la Ciudad de México, suele pedirse además que el bien inmueble esté registrado localmente para facilitar trámites legales.
• Solvencia económica comprobable: se piden comprobantes de ingresos (nóminas, estados de cuenta, etc.) que demuestren capacidad para cubrir la renta mensual en caso de incumplimiento.
• Historial crediticio favorable: un buen historial en buró de crédito brinda confianza.
• Identificación oficial vigente y comprobante de domicilio: INE, pasaporte y recibos de servicios recientes.

En resumen, el aval debe ser alguien con bienes e ingresos suficientes para asegurar el cumplimiento del contrato en caso de que el arrendatario incumpla.

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¿Qué debes tomar en cuenta antes de ser un aval?

Aceptar ser aval no es algo menor. Antes de comprometerse, la Condusef recomienda considerar lo siguiente:

1. Investiga a la persona que lo solicita. Evalúa si es responsable y confiable en sus finanzas.
2. Conoce el contrato. Revisa montos, plazos y condiciones: podrías tener que cubrir toda la deuda o un costo adicional en caso de daños al inmueble.
3. Analiza tu solvencia. Asegúrate de tener respaldo económico suficiente para responder si es necesario.
4. Evalúa tu estabilidad financiera. Considera tus ingresos, deudas actuales y cómo afectaría a tu historial crediticio.

En pocas palabras, ser aval implica un riesgo real para tu patrimonio. Si dudas, lo más prudente es no aceptar.

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No consigo un aval para rentar en México, ¿qué hago? 

Sabemos que conseguir aval representa un reto para los arrendatarios en el mercado inmobiliario. Por eso, existen alternativas que puedes negociar con el arrendador:

• Seguro de renta o póliza jurídica de arrendamiento: Empresas especializadas cubren al propietario si el inquilino incumple, pagando rentas atrasadas y asistencia legal. Es la alternativa más común y evita depender de un aval. (Ver más en póliza jurídica de arrendamiento).
• Pago adelantado de rentas: Entregar entre 2 y 6 meses de renta puede sustituir al aval. Esto da certeza al arrendador sobre el monto de la renta asegurado por adelantado.
• Depósito elevado: Negociar más de un mes de depósito como garantía. Aunque implica un costo adicional inicial, puede abrir la puerta al arrendamiento sin aval.
• Cartas de referencia laboral y financiera: Demuestran estabilidad y buen historial.
• Fiador u obligado solidario sin propiedad: Similar al aval, pero sin necesidad de inmueble. 
• Aval bancario: Una carta de crédito emitida por un banco que respalda el pago de la renta mensual. Aunque poco común y costosa, es una alternativa válida.

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En la práctica, rentar sin aval sí es posible combinando distintas alternativas. Hoy, plataformas como MoradaUno facilitan el arrendamiento sin aval mediante protecciones de renta que investigan al inquilino, garantizan el pago puntual de la renta mensual y ofrecen respaldo legal en todo momento. Además, permiten a los propietarios de bienes raíces proteger su patrimonio sin depender de un aval tradicional ni preocuparse por rentas atrasadas.

👉 Si quieres conocer más opciones y recomendaciones, te invitamos a leer nuestro artículo Cómo rentar sin aval en México.

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